¿Alguien se acuerda de los concursantes de gran hermano? Pero no de los que ganan, noooo, de los que pasan por ahí, venden su vida y luego vuelven a la realidad de su mediocre existencia. Pues resulta que uno ha palmado esta semana. Pobre. Es como una maldición, ya que el año pasado murió otro en un accidente de coche. Igual habría que replantearse ir a estos programas, ¿no? Hoy leía en el dominical de El País que el 12 de julio se estrena una nueva edición de la saga de superman. Estos sí que tienen una maldición, han caído todos.
Bueno, a lo que iba, el susodicho difunto de GH es Gustavo no sé qué más, que era boxeador, que se había liado con la que hace no mucho fue a vender su anorexia a Salsa Rosa (extraño, no?) y mucho tiempo atrás dijo que se había enrollado con Bertín Osborne (sin comentarios). Murió arrollado por un tren en Palencia (lector, a ver si eres capaz de colocarla en un mapa... yo reconozco que no, lo siento palentinos, es culpa de la escuela), después de bajar de otro tren y cuando se disponían a ir al bar (ya lo dice la sabiduría popular que los bares son malos lugares). Mucha mala suerte.
Lo máximo que recuerdo de este señor es que cuando estaba en la cárcel televisiva hizo un duelo de gimnasio con Jesús Vázquez. Qué traicionera es la memoria, dios!
Bueno, descanse en paz. (y nosotros también, que ya verás que semanita de salsas rosas, a tu lados y aqui hay tomates que nos van a dar)
Por cierto, esto salía publicado en la portada de La Vanguardia. Que no se diga...
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