27 de julio de 2006

El museo de los corazones rotos

En Internet cabe todo, desde la campeona de patinaje de velocidad hasta lo último que acabo de leer: un museo de los corazones rotos. Esto es, a la gente le gusta contar sus desgracias, especialmente las amorosas. Resulta que una pareja de Zagreb rompió y de la nada sacó la idea de no tirar las cosas que les recordaban el uno al otro. Total, que esto se les ha ido de las manos y han acabado creando el Museum of Broken Relationships.
Te puedes registrar y explicar tus experiencias, no sé, cómo aquel te la metió doblada, o cómo dejaste al otro/a... Y lo mejor, han montado exposiciones itinerantes en las que se podrán ver los objetos que la gente, que por lo visto no tiene otra cosa mejor que hacer, les va enviando, desde un vestido de novia hasta un osito de peluche (según El Periódico).

Total, ¿Si estos petardos, con cariño, han podido recoger historias de corazones rotos (siempre que pienso en corazones me viene a la mete Paco León imitando a Anne Igartiburu... dios!) por qué yo no voy a hacer una estupidez semejante?

Vamos a ver... este es un blog de noticias frikis... así que lo propio sería iniciar un listado de situaciones freaks. Animaos, seguro que todas son superables!!! Ahí va la mía:

En un lugar de Huesca, de cuyo nombre me acuerdo pero paso de citar, completamente ebria y en las fiestas patronales, ataviada con una flor silvestre en la testa, le pregunté a un heavy muy chungo si se ponía espuma en el pelo. Le hizo tanta gracia que me invitó a una pila de cañas. El tío resultó supergracioso. Todavía no sé cómo salí viva de allí.

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