No hablo del Bono de U2, ese al que todas alguna vez en nuestra vida hemos imaginado como el padre de nuestros hijos, no, hablo del otro, del exministro de defensa, del presidente del Congreso, el consuegro de Raphael. Muchos le echamos de menos cuando dejó el ministerio, porque a los periodistas nos gusta la carnaza, los ejque. Él e Ibarra son mi tándem político favorito, ambos superamantes de Ejpaññña. Ni los guiñoles les superan.
En fin, a lo que iba, que el estupendísimo José Bono ha conseguido lo impensable: que aumenten los transplantes capilares. Sí, como lo lees. Pero no un aumento del 10%, qué va! del 145%. Es una barbaridad, Ejpaña en crisis y los calvorotas imitando a Pepito. Lo que hay que ver.
24 de febrero de 2009
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