26 de septiembre de 2011

Dionisio, de ladrón a borracho

La realidad, por desgracia, supera siempre la ficción. Sí señores, parecía que el Dioni no volvería a ser portada de periódicos después del gran robo y posterior enganchada. Pues nos equivocábamos, porque unos años después el famoso Dioni se convirtió en el cartel del Sónar, dicho sea de paso, siempre buscando ejemplos de buena educación y de ciudadanos ejemplares -sí, Maradona también ha sido prota del cartelón-.

Y ahora, pobre hombre, que no tiene dinero para operarse esa mirada difícil, ha entrado en un reality de Teleahinco llamado Acorralados. Es una soberana mierda que que trata del para nada manido formato de telerrealidad: un grupo de famosillos (por haber ganado el Nobel todos, claro) que se mete en una granja o algo parecido. Entre este y el retorno de Granjero busca esposa está la parrilla de la tele gratuita para tirar cohetes.

Total, que el maravilloso ladrón estaba tranquilamente en su programucho cuando de repente los lechugas se presentaron en la grabación para... detenerle!!! Very strong. El pobrecillo ciudadano ejemplar fue detenido por conducir ebrio. Lo típico. Total, que la Guardia Civil se lo ha llevado al juzgado para prestar declaración, le han puesto una multa, la ha pagado y le han retirado el carné de conducir. No creo que esto sea un problema para alguien que robó un furgón de pasta, ¿o sí? Después de esto, el ciudadano ejemplar ha vuelto al lugar de grabación y ha continuado su vida sin permiso de conducción.

Lo peor de todo no es que esto ocurra, lo insano es que lo he leído en La Vanguardia.

Ale, a pasar buena noche y pensar en furgones...

2 comentarios:

Albopictus dijo...

Jodó! Mi antediluviano Bloglines me avisa que hay tres posts en el Freaky... Casi lloro de la emoción. Ante tanto tweet y tanta leche los posts como dios manda escasean...
La pregunta obligada es: ¿se trata de un regreso en toda regla o es solo un arrebato pasajero? No será por falta de material...

Irema dijo...

I'm back, baby.
Prometo un post semanal. Y sino, que venga Chewacca a tirarme de las trenzas!