11 de diciembre de 2006

Al final ganó la apuesta Castro

A ver cuánto le queda al cubanito. En fin...
Ayer fue motivo de alegría para mucha gente, pero yo soy de la teoría de que no nos podemos alegrar por la muerte de nadie. De-na-die. Especialmente si la persona que muere debiera haberse podrido en la cárcel a costa de todos los contribuyentes, que gustosamente hubieran pagado su manutención entre rejas. Evidentemente hablo de Augusto Pinochet que finalmente palmó ayer después de vacilarle a la muerte y al mundo entero con sus 300 enfermedades y sus 300 causas pendientes con la justicia. Eso sí, le declararon varias veces no apto para ser juzgado. El muy cabrón genocida.
Sólo espero que cuando llegue al limbo, al infierno o a donde coño vaya, le esté esperando Salvador Allende y le pegue una buena patada en su genocida culo. Y después del expresidente democrático chileno, que le peguen otras tantas todos los muertos por su gracia divina.

Esta muerte me lleva a una relfexión: ¿hasta cuándo van a seguir impunes los genocidas, asesinos, dictadores y exdictadores en todas sus formas y maneras, corruptos...?

Ahora ya quedan menos. Mi apuesta para los próximos óbitos es, por orden de aparición:
(redoble de tambores)

- Margaret Thatcher
- Fidel Castro
- George Bush papa (daddy para los amigos)

Pero si palmaran los siguientes a nadie le importaría (esto me ha costado un gran ejercicio): Putin, Obiang, Sadam Hussein, Gadafi, Mugabe, Mubarak, Ariel Sharon, Musharraf, el de corea... y la lista no se acaba nunca.

Como último apunte, Pinochet y yo nacimos el mismo día. Tronchante, no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ariel Sharon todavia esta vivo? Es que por estos lares no me entero de lo que pasa en el mundo...