Como ahora vivimos en una sociedad amedrentada y en constante tensión, una ya no puede tener gases porque acaba fatal de los fatales. Una señora tuvo un ataque de pedos, eso es, para qué llamarlo flatulencias si debían ser unos pedos asesinos que pa que!, en un vuelo de American Airlines. Hasta ahí bien, a quién no se le ha escapado un gas en el ascensor, haciendo abdominales en el gimnasio, esas cosas. Pues no, ahora hay que tener cuidado porque si te tiras más de dos pedos con olor en un avión yanki puede que te prohiban volar en la compañía. Claro está que la mujer muy lista no debía ser, porque se dedicó a encender cerillas para matar el olor. No, señora, eso no hay que hacerlo, lo que tendría que haber hecho es comprarse aerored, coño!
Total, que ante la peste a fósforo la gente se acojonó y se desató la alarma. El avión aterrizó en Nashville y allí se plantó el FBI. Tiene tela.Con perros y todo. Si es que son exagerados. Y venga a buscar no sé qué exactamente (polonio?) hasta que la pobre pedorra (nunca mejor dicho!) confesó su ataque pedil y la amonestaron.
¿Son o no son los yankis para darles de comer aparte?
(no lo he comentado, pero esto salía en portada de El País, así, dando ejemplo de hechos noticiables)
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